Por mucho que te guste tu trabajo seguro que en alguna ocasión te ha pesado la vuelta a tus obligaciones laborales. De ahí a la depresión postvacacional hay un trecho, pero si no quieres correr el riesgo de pertenecer al 30% de la población que sufre el Síndrome Postvacacional este artículo puede ser de tu interés.
Los síntomas más frecuentes son:
–Cansancio
–Falta de energía
–Problemas de concentración
–Mal humor
–Desinterés
–Tristeza
–Insomnio
La población que más lo sufre son adultos hasta los 45 años, pero también los niños pueden llegar a padecer estos desagradables síntomas.
Las claves para reducir estas señales que pueden aparecer por el cambio de los hábitos del tiempo libre, a las rutinas unidas a tu jornada laboral son muy sencillas. Toma nota:
1.-Volver poco a poco a tus rutinas habituales. Aquí tienes que tener en cuenta horarios, alimentación (consumo de alcohol, refrescos, comidas pesadas, dulces etc), ejercicio físico e incluso el tipo de ropa y calzado.
HORARIOS: Ve acostándote gradualmente un poco más temprano y haz lo mismo con tus hijos porque uno de los problemas de adaptación mayor que tienen los niños cuando comienzan el colegio es habituarse de golpe a las horas de descanso. ¡Y olvídate de las siestas largas! Haz descansos de media hora como máximo.
ALIMENTOS: La alimentación es fundamental para tener la energía adecuada al ritmo del día que vas a vivir, y por supuesto influye en tu descanso nocturno. Por tanto, comienza por llenar el carro de la compra pensando en tu nueva etapa.
EJERCICIO. El segundo día de trabajo puede hacerse insoportable si, además de madrugar de nuevo tienes unas agujetas que no te permiten moverte sin un grito de dolor. Así que no te des la paliza el primer día en el gym y ejercita tus músculos progresivamente.
ROPA Y CALZADO. Y por último, comienza a ponerte ropa menos veraniega, sobre todo teniendo en cuenta el calzado: tus pies no soportarán un zapato cerrado un día entero si llevas un mes usando sandalias o chanclas.
2.-Momentos distendidos con los compañeros: disfruta de la compañía de tus colegas y dedícale unos minutos más al café de media mañana, compartiendo los momentos más divertidos de tu época estival.
3.-Planifica actividades diarias agradables, que te ilusionen. Busca esos pequeños placeres que están a tu alcance en el día a día, al terminar la jornada laboral o en los fines de semana. Desde tener una conversación con alguien querido, hasta comenzar ese libro que no te dio tiempo a leer en tus días de descanso.
4.-Vuelve a mirar el calendario: ¿cuando es el próximo puente? Quizá hayas tenido la precaución de repartir las vacaciones, pero si no lo has hecho siempre quedan esos fines de semana largos que te permiten planificar actividades extraordinarias: viajes relámpago, excursiones al aire libre, conciertos…
Como ves, las pautas son bien sencillas y te garantizo que te ayudarán en tu vuelta al trabajo.