Sí, del pasado, has leído bien. Los celos retrospectivos son tan comunes como ilógicos y pueden llevar a la pareja a un callejón sin salida de destrucción y amargura. Son la versión más caótica y dañina de los celos. Te cuento más en las siguientes líneas.
Desde el punto de vista racional los celos del pasado o celos retrospectivos, son los más absurdos, ¿no crees? Pero te garantizo que, precisamente ahí está la trampa mortal. Tu razón no entiende tantos por qués, pero tu emoción necesita calmarse del pavor de perder a esa persona maravillosa que hoy está a tu lado.
El diálogo entre razón y emoción no suele ser fácil:
“La emoción tiene motivos que la razón no entiende” (R. Aguado).
A veces todo empieza con unas simples preguntas referentes a sus relaciones anteriores, el sexo con otras personas o sobre lo que sentía hacia alguien que fue muy especial para él o ella. Los celos, ese “monstruo de ojos verdes” (Shakesperare), comienza sin tú saberlo a reconcomerte en forma de interrogantes y detalles que necesitas saber.
La desconfianza crece junto con la incapacidad de disfrutar lo que compartes con tu partenaire en cada momento. El resultado final es un ambiente hostil.
Pero, ¿por qué te ocurre todo esto? Seguro que te preguntas si debes seguir interrogando a la otra persona para calmar tu ansia de saber, para que al fin todo encaje y te sientas en paz. Las pautas que te detallo a continuación te ayudarán con todo eso.
—Deja de exigir saber qué hizo exactamente en cada momento, es un laberinto sin salida que te lleva a un autodiálogo cada vez más caótico donde solo consigues aumentar tu ansiedad.
–Termina con esa conducta en la que le hostigas para que te demuestre cuál fue su comportamiento, porque la desconfianza aumenta a pasos agigantados y sus respuesta verbales ya no te sacian. En el fondo sabes que ese tampoco es el camino, las pruebas que le incriminas no serán nunca suficientes.
Como ves esta no es una buena ruta, deja de mirar fuera y céntrate en la persona que tiene el problema: tú mismo. Cuando lo hagas encontrarás en tu autodiálogo más interno muchas de estas frases:
–”No soy nada”.
–”Mi vida no ha tenido sentido hasta que encontré a mi pareja actual”.
–”No puedo perderle”.
–”No puedo soportar imaginar que tuviera ‘una vida’ antes de conocerme”.
-Soy menos que los demás.
La construcción de una pareja sana y duradera pasa porque comiences a vivir el presente centrándote en tu persona para:
–Cuidar y mejorar tu autoimagen tanto interna como externa.
—Cultivar tu independencia: solo si eres capaz de vivir sin alguien podrás tener un futuro y un vínculo sano con ese individuo.
–Conviértete en un experto del respeto hacia ti mismo, pero también hacia tu pareja. Respeto hacia el pasado, respeto hacia el presente y respeto hacia el futuro.
Por tanto, si el pasado de tu pareja te llama no le respondas… no tiene nada nuevo que decirte.
Comienza hoy mismo a aplicar todos estos cambios. ¡El resultado te sorprenderá!